lo no dicho

De todas maneras es verdad que cuando charlamos, si giro la vista un poco cuando la luz pega
de cierta manera en la habitación... lo veo como un manso animal dormidoy también veo como poco a poco va creciendo.
A veces simplemente creo que es idea mía por que es muy tráslucido pero junto con el alimento para
los gatos, cuando me agacho para llenar los platos con piedritas, un par de pensamientos se vuelcan
a un platito de plástico que inventé con mis orejas.

Al ver los pensamientos sé que lo estoy alimentando.

"Lo no dicho" se incorpora, sigue velado... tomando solidez, descanzado. Gira la cabeza, me mira y la apoya...
sobre una pata delatera(no sé cuantas patas tiene, yo digo que tiene cuatro).
A veces frente a un significado particular o en alguna modulación de un palabra, levanta la trompa
y adelanta la cara.
Los gatos lo miran, no le hacen nada, tiene esa breve transparencia azulina de el agua cuando la luz es
del mediodía y el vaso esta en la ventana
Los gatos no saben como llegó y se instaló (yo tampoco supe cuando). Pero no lo molestan
Cuando a veces, se va la gente con la que lo comparto, "lo no dicho" se vuelve un poco mas leve...
o por el contrario hay algunas horas en donde vibra y hasta creo que lo veo volverse ópaco.
pero la verdad es que dudo de su exitencia...lo miro como quien mira un espejismo,
se desdibuja.
Este "lo no dicho" no es opresivo, pero tampoco es tan ovbio como para tropezarme con él.
Lo rodéo un poco cuando camino por el departamento y el departamento es grande
tiene muchas habitaciones, podría poner mil temas impensados para que formacen cola hasta que decida tomarlos en serio y los mire de frente, en cualquiera de las habitaciones...en alguna de esas "lo no dicho"; duerme.
Yá no tiene ganas de estar conmigo.
Pero para que lo mire... para que le charle... mi "lo no dicho" debe volverse más visible.
Me es imposible discutir con él si no modúla algunas letras.
Sé que es tímido y tal vez no crezca nunca más, tal vez se evapore, como se evaporan los sueños que
nunca siquiera soñamos (diría Pessoa) pero mientras tanto, mientras está latiendo y pulsa, alimenta en
parte la fantasía de lo no realizado jamás, con esa conciencia y esa función que es parte de otra
realidad en la que tantas veces hábito es que es tan frágil, pero hablar de él se corre el riesgo de romper un secreto sortilegio
y es por eso mismo que prácticamente algunos iniciados en el arte de los balbucéos del alma
pueden compartir su nombre secreto que nunca voy a decir.

No es necesario...en los terrenos de ciertos "No dichos" (y este es uno de esta especie), el nombre apenas si lo demarca,
y no es tan importante como saber que está, sin atinar a nombrarlo.
sí... "lo no dicho" es un genérico que le sienta bien...al no tener nombre su espíritu cobra más importancia
y la certeza de ni siquiera estar segura de que exista es lo que hace que su poder se expanda.
Ni siquiera aquellos que lo comparten saben su nombre.
Para ellos encontrarse es poder acariciar el instánte.
ese es el poder otorgado de "lo no dicho" a los mortales.

Permite hacer de una infinitamente pequeña temporalidad un profundo canal universal que se expande
hacia adentro para alimentar un infinito íntimo.
Todas son palabras para atraparlo pero él pertenece a la categoría de cosa heiddegeriana...
solo que en este caso en el momento que se lo nombre pierde el hechizo mágico que nos ata.



Cuentito existencial sobre las pre-esencias que me habitan.