Pensé que lo había perdido...

Entré en la sala atérida de frío y con las manos arrebujadas en mis propios guantes.
Caminé entre la luz, por que la mágia que dá la penumbra en un teatro, de día, no existe.
Estaba sola, y me duraba en el ánimo, el fantasma de la noche anterior.
ni bien terminé de acceder por la rampa, subí casi corriendo los tres escalones que me separaban...

viste? estaba sentado con la espalda apoyada en el respaldo, las patas(transparentes) adelante y los bracitos(inexistentes) al costado (todavía le duraba el extásis del concierto de violín que habíamos escuchado juntos...).Entré lateralmente ,me miró, me estiró los brazos y gritó "me dejáste olvidado!" lleváme a casa.
Lo alcé
Le dí dos besos y lo llevé.
estamos muy contentos.

y yo que había creído que había perdido para siempre mi celular.