Santa Piti y el Exprimidor (primer milagro conocido)

Una mañana soleada, bajaba Santa Piti del monte después de sus oraciones enfundada en sus patines de terciopelo fucha en la compañía silenciosa y devota de el Ladero, cuando un sollozo apagado llamó su atención. En la esquina, sentada en el escalón de entrada de un Bazar, una joven se cubría el rostro con las manos apagando lo que parecía un sollozo intermitente o un espasmo con mocos. —“qui pachooooo?”— preguntó Santa Piti con los ojitos llenitos de ternura mientras pellizcaba la cáscara de un maní. La joven levantó la mirada y sintió el baño de una luz cegadora que le inundó el cuerpo de temor. Viendo Santa Piti que la joven batía los brazos en un intento desesperado por escapar de la luz decidió quitarse la Santa Espumadera que coronaba y enaltecía su santidad. —”pol qué tanta tristezzzza, pequenia?”— Preguntó Santa Piti sosegándola. —”Mi jefa, me va a echar! Compró un montón de exprimidores de Philippe Stark y vino un contingente de chilenos que buscaban exprimidores de pomelos, buaaaaaaa!!!!.”
Compadecióse Santa Piti de presenciar corazón tan puro atormentado por tantos demonios y decidió que su momento había llegado. —”llévame hasta los exprimidores”— díjole con semblante templado, ante la mirada orgullosa de el Ladero. —”Cuáles son”— preguntó. —”Éstos, Piti”— le contestó señalándolos ante la mirada atónita de la Santa.
Entonces Santa Piti levantó el mentón, estiró los brazos con las palmas de las manos hacia abajo por encima de los exprimidores y apretó los talones hasta elevarse 2 cm del piso con el tintineo nervioso de las ruedas y dijo: —”La naranja es lo plimelo, pelo pela pulo pomelo”—
Dicho ésto la Santa se desplomó exhausta y, con un hilo de voz y alzando el índice, le dijo: –ahola, explímelo ahola”— La joven dudó y Santa Piti le reprochó: —”No dudes, que si duda no dula”— Tomó la joven un pomelo y al apoyarlo sobre el exprimidor vió estupefacta cómo salía el más puro y abundante jugo de pomelo. Entonces la joven calló fulminada a sus pies, le tomó las manos y se las pobló de besos diciéndole: —”Gracias Piti, Gracias, si me apuro todavía alcanzo a los Chilenos”. Piti sonrió satisfecha ante la mirada cómplice del ladero que golpeaba los talones de sus botitas de box. —Vamos, vamos, acá ya lo loglamos”— Partió entonces Santa Piti con el Ladero con nuevos rumbos evangelizadores perdiéndose lentamente por el horizonte, con la satisfacción de haber hecho una obra de bien.
Mientras tanto la niña exprimió y exprimió…dándole una y otra íncreíble satisfacción a su jefa, que a partir de aquel momento la ascendió, debido al éxito con los chilenos.
Cuando volvió a su casa, cansada de gastar los milliones de su aumento de sueldo, decidió debido a la sed que tenía, hacerse un juguito de frutillas…cúal no sería su sorpresa , cuando al hacer el bati jugo de frutilla, lo que exprimia, era “jugo de pomelo”…
Decidió entonces hacer un jugo de melón…y al tomarlo, su regusto era.. pomelo
Exprimió entonces un paraguas (desesperadamente… necesitaba un jugo)…su sabor POMELO
Cada cosa que exprimía …se convertia en lo que ella habia pedido…que era jugo de pomelo…
Así fué que se dió cuenta que cada deseo entraña el pequeñó detalle, de las consecuencias, de lo pedido y de la tremenda importancia que tenía pedir …
Sentadita nuevamente, le rezo a Santa Piti. Y le dijó, “Santa piti , Santa Piti, intercede ante Dios para que tenga tu sabiduría y iluminamé entonces con lo que debo hacer”
Santa piti apareció entonces con una íncreíble aureola nueva que acababa de estrenar por el año nuevo…compuesta de mujercitas de modigliani y le dijo:
“No te preocupes, lo hecho hecho está, a partir de este momento siempre que exprimas fruta, será jugo de pomelo lo que exprimas, pero….Por que no poner una Fabrica de Jugo de Pomelo ??”
Y a partir de ese día tubo su propio monopolio.
Y mandó al congo belga, a luchar contra los mosquitos gigantes, a su jefa…que a partir de ese momento compró acciones y en pago de la buena acción de haberle en su momento aumentado el sueldo, tambien se hizo millonaria.
Increíbles conclusiones del milagro….
Moraleja 1: No pidas demasiado rápidamente
Moraleja 2 : No es tan terrible lo que te pasa, si sabes donde pararte
Amen Rubén.